Como todos ya sabemos, debido a las medidas que se tomaron por la “Gripe A” en la Argentina, fueron cerradas las escuelas, algunos boliches y bares, cines, y lugares cerrados donde puede encontrarse mucha gente junta. Detengámonos aquí y analicemos lo que sucedió con las iglesias, capillas y parroquias. Estas no cerraron, sino que tomaron diferentes medidas preventivas, tal y como no darse el saludo de la paz con un beso en la mejilla, utilizar las manos para comulgar y no colocando la hostia directamente en la boca, tomando espacio entre las personas, de aproximadamente un metro, entre otras acciones. ¿Qué nos demuestra esto? Que Dios puede superarlo. Mejor dicho: el amor hacia Dios por las personas puede superarlo. Las personas que concurren habitualmente a la iglesia, no quisieron abandonar esta rutina, y decidieron someterse a riesgos para poder seguir manifestando su amor al Señor. El ser humano es un ser espiritual, religioso, y lo demuestra mediante reacciones como estas.
Fátima
5 comentarios:
Es verdad que tal vez Dios sea un vinculo entre nosotros. Y asi lo demostras con tu articulo diciendo que se tomaron mas precauciones para estar con el.
Me parece muy bien destacar lo que hizo la iglesia para poder afrontar este problema sin dejar de concurrir a ella muchas personas demostraron su fe realizando esto.
Estoy de acuerdo con el articulo. Si bien muchos lugares publicos se cerraron para prevenir el contagio de esta enfermedad, la Iglesia tomo las medidas necesarias para que la gente pueda seguir asistiendo a misa. No cabe ninguna duda de que el hombre es un ser religioso y que la fe esta por encima de todo.
Me parece que mas alla que a los argentinos se les buscan muchos defectos vale destacar esta buena actitud. El querer estar cerca de Dios puede mucho más y la actitud que tuvo el pueblo con él y con la Iglesia no se ve ni todos los días ni en todas partes.
Me parecio muy bien la postura que tomó la Iglesia ante la pandemia de Gripe A, ya que utilizando métodos de prevención, pudo seguir abriendo sus puertas para que las personas puedan seguir concurriendo.
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